viernes, 26 de febrero de 2010

Lagunas alto andinas: encanto y rescate, MÉRIDA

por Irma Naranjo (07/02/10) www.salirdecasa.com.ve
Continuamos conociendo sobre humedales de entre los 3.000 y 4.000 m.s.n.m y su carácter sagrado, entre magia y simplicidad. Es posible contactar a Ligia Parra y conocer su misión con las comunidades del páramo

“Aquí hay mucho cuento de duendes… de mujeres que se aparecen cerca de las lagunas y atrapan a los hombres”, dice Alfredo, nuestro baquiano. Relatos, palabras más, palabras menos, del páramo y su misterio. Leyendas de gente que se desorienta en el tiempo y el espacio, parecen ser común no sólo en este páramo merideño, sino que son testimoniadas, por ejemplo, en poblaciones andinas de Colombia, según recopiló Hugo Portela, en el Congreso Mundial de Páramos de 2002.

Que donde surge el agua surgen seres espirituales; que los duendes son los dueños de las aguas; y que los páramos son moradas de seres míticos dueños de la naturaleza, es parte de lo que se lee en la investigación de Portela. Textos que cobran todo sentido cuando se acampa frente a una laguna alto andina. Cuando se anda por los 3.900 m.s.n.m. y se asoma la magia de las aguas transparentes de Laguna Terremoto, con su miríada de verdes, azules, ocres, rodeada de musgos. Parajes que parecen cercanos a lo sagrado.
Laguna Terremoto a 3.900 (m.s.n.m.) Como parte del sistema de humedales Santo Cristo también se van encontrando en la ruta las lagunas: El Arco, El Sartén, Ramilloncito, Las Apersogadas, hasta la Santo Cristo / FOTO Irma Naranjo

Rescatan nacientes. “Cuentan los viejitos que aquí ellos subían a venerar lagunas, a sus dioses, que daban protección a la comunidad. Llevaban ofrendas para dar gracias por la unión familiar, la salud, porque tenían comida, esas eran cosas divinas”, cuenta Ligia Parra, quien como líder de la Asociación de Coordinadores de Ambiente del Municipio Rangel (Acar), se ha recorrido cuanta laguna hay en la cuenca alta del río Chama. Ella dio con una práctica para rescatar nacientes y aumentar el volumen de las aguas.
“Con Ligia ponemos cercas de púas en las fuentes de las lagunas para que el ganado, ni la gente las dañen. Hay rescatarlas, porque se están secando las aguas debido a la contaminación. Hacemos cayapas de hasta 30 personas a caballos, sembramos plantas de la zona, se comparte y se aprende, muy bonito”, cuenta Alfredo nuestro baquiano, quien es presidente del Comité de Riego Las Mazorcas.
Martín Balza como guardaparques de la Laguna de Mucubají -la de mayor flujo de turistas, pues está en plena carretera trasandina- recuerda a los visitantes que se informen sobre lo frágil de los lugares, respeten las áreas en recuperación y que no dejen basura regada. Conmemora este 13 de febrero el día del guardaparques, una figura que lamentablemente escasea en los 43 parques nacionales del país.

Memoria hablada. Para el rescate de cuentos Acar ha recibido apoyo de la Fundación Centro Nacional desarrollo e investigación en tecnologías libres (Cenditel). Entre las cientos de historias comparte ésta… Ubaldito, un viejito chiquitico de La Asomada, cuenta cómo le agarró miedo a la Laguna Verde... Cuando niño cuidando bueyes, le salió una joven muy linda, que lo llevó a la mitad de la laguna y “cuando acordé se convirtió en una mata de chiruque (frailejón) y me cayó a coñazos pa’ ahogarme. Me caí, me desmayé y me inyectó mocos de duende y por eso me quedé así de chiquitico”.

“El 27 de febrero los invito al rescate, resguardo y reforestación de la Laguna la Tapara, que se secó y daba agua a 7 comunidades de Apartaderos. También se va a hacer una veneración porque estoy rescatando idiosincrasia del hombre paramero. Llevaremos a niños de las comunidades con ofrendas de amor, miel y cantos. Debemos saber que la montaña es sitio sagrado, hay que pedir permisos como hacían nuestros ancestros”, dice Ligia.

TESTIMONIOS PARAMEROS
Ligia Parra. Coordinadora de Acar. “Trabajo con 42 comités de riego, en total 3 mil agricultores. Hemos rescatado 161 nacientes de aguas. Sin adherencias partidistas, religiosas, ni institucionales. Lo hacemos con amor, ganas y sin cobres.”
Martín Balza. Guardaparques del Páramo. “En la Laguna de Mucubají he visto como se han repoblado los venados, como en un 20 por cierto. Es posible ver mejoras del ambiente con vigilancia y conciencia de la gente.”
Rómulo Rangel. Mucuposada Michicabá. “Hay circuitos cortos hasta lagunas cercanas. Venir de lugares calientes, aquí a los 3mil y de una vez subirse a 4mil metros es peligroso. Invito a venir unos 2 ó 3 días, para comenzar, siempre despacio”.

TOMA DATOS
En Misintá. Finca agroecológica diversificada orgánica demostrativa “tengo huerta y plantas medicinales. Está aquí para quien quiera venir. Con la cooperativa Mucurativas producimos plantas medicinales. Aquí se aprende a manejar cultivos sin químicos. Humildemente, estamos con brazos abiertos para enseñar amor y respeto a la madre naturaleza” dice Ligia, quien decidió entregarse a esta ardua tarea cuando regresó al páramo natal, luego de ser educadora durante 30 años. Aun no sale del asombro por tanta indiferencia ante el daño ambiental. Su cabaña de la paz, queda de Mucuchíes para arriba, telfs. (0274) 6585685, (0414) 7469543.
En Gavidia. La Mucuposada Michicabá puede ser punto de partida para visitas por el sistema Lagunar Santo Cristo. Tiene capacidad para 16 personas y es atendida por la familia paramera de Rosalía y Rómulo Rangel. Hay que ir preparados para mucho frío y pedir botellas con agua caliente, son efectivas para calentar las camas. Ellos contactan baquianos, telfs. (0274) 511.87.01, (0416) 577.16.06.

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